Sangre, sudor y sonrisas para Mayweather

Tras la sesión de sparring realizada por el ‘Canelo’ Álvarez y lo que queda de ‘Sugar’ Mosley, tuvo lugar la previsible pelea entre el más grande de la actualidad, Floyd Mayweather, y el puertorriqueño Miguel Cotto. Si bien el final resultó el esperado, no así el desarrollo de la contienda. Lo interesante en un viaje, incluso más que llegar a tu destino, es lo que te sucede por el camino.

Y Cotto fue una china en el zapato de Floyd. La pelea más exigente para el ‘Money’en años, resultó vibrante y entretenida. El boricua, fiel a su método, presentó batalla desde el primer asalto con su estilo firme y guerrero, propio de un boxeador de gimnasio, resultado de horas y horas de entrenamiento, sacrificios y amor propio que, junto a sus atributos físicos, hacen de él un muy duro rival.

A esos ingredientes Mayweatherle añade su componente secreto. Ese elemento que marca la diferencia, el que le permite erigirse por encima de los demás. En este encuentro el ‘Pretty Boy’ eligió un estilo de pelea diferente al habitual. Le vimos fajador, haciendo vida entre las cuerdas, sin rehuir el intercambio. Combatiendo a Cotto en su propio terreno, lejos del acostumbrado.

La sangre brotó de su nariz. Mayweather pudo sentir que su aura de grandeza no siempre le convierte en intocable. Pero no perdió la sonrisa. Miguel lo buscaba una y otra vez, sin ceder terreno, sin descanso, pero dosificando sus embestidas. Es otro desde su redención ante Antonio Margarito, o mejor dicho, es el Cotto de siempre pero liberado mentalmente, sin el estigma que lo perseguía y atosigaba.

Pero cuando te enfrentas a alguien que tiene el don de convertir lo difícil en sencillo y realizarlo de forma excelente, poco se puede hacer. Y es que dio la sensación de que la pelea discurrió como pretendía Mayweather. Quería probar otra forma de pelear, así lo hizo. Quería quedarse en las sogas, así lo hizo. Y en todo momento con una sensación de control al alcance de muy pocos… en la historia.

Cotto se marcha elogiado, pero nadie discute su derrota. Que el justo perdedor sea aplaudido por presentar batalla dice mucho acerca del ganador. Y es que estamos ante una figura legendaria, que lleva al boxeo a otro nivel, tanto en lo deportivo como en lo mediático o económico. Floyd Mayweather Jr es leyenda viva del boxeo y nosotros espectadores de lujo. Disfrutemos el momento.

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