Mormeck: crónica de una derrota anunciada

Wladimir Klitschko vs Jean-Marc Mormeck
La gran oportunidad en el Boxeo, esa que todos buscan, en ocasiones se presenta sin avisar y en el momento menos esperado. El galo Jean-Mark Mormeck, sabe lo que es aprovechar las oportunidades y así forjó una destacable carrera en la categoría crucero, antesala de la pesada, en la cual tendría su chance este pasado sábado, con 39 años y ante el campeón Wladimir Klitschko.

El combate, si es que se puede llamar así, tenía por guión una nueva victoria para el hercúleo ucraniano, quien pretendía lograr el KO número 50 en su carrera, todo un hito. Nadie daba un duro por Mormeck, pero lo más preocupante fue comprobar que el primer pesimista era él mismo. Como un cordero camino del matadero, el ‘Tyson francés’ subía al ring sin ninguna ilusión.

Con la esperanza en paradero desconocido, no tuvo ningún interés en luchar, ni si quiera en sobrevivir, simplemente se limitó a retrasar unos minutos lo inevitable. Las intenciones fueron claras tras el primer asalto, uno de los peores de los últimos años. Dos no pelean si uno no quiere y lo de Mormeck fue sonrojante, máxime cuando has sido un gran campeón, ahora prejubilado.

En un mal entrenamiento público ante más de 50 mil personas, que se dice pronto, los asistentes no buscaban un combate que admirar, sólo querían ver a Wladimir tumbando a otro rival hasta someterlo al tapiz. Y eso tuvieron, nada más. Por ello no hay motivo para reclamar por el dinero de la entrada, sabes a lo que ibas y lo tuviste, todos contentos. Menos el deporte.

Porque, a fin de cuentas, esto no es boxeo. Una pelea se sostiene entre dos iguales, no entre una persona y un muñeco. Cargamos contra el ‘macarra’ de Chisora, inferior a Vitali, pero lo intentó ante el hermano mayor, dio una animada pelea que pocos esperaban. Momerck es de otra pasta. Quizá la edad hace mella y sus ilusiones ya no son las de antes, su objetivo ya fue cumplido.

El retiro es su próxima meta, a buen seguro que ahí lo hará mejor. Lo merece. Los Klitschko tienen ese aura de guerrero invencible y hacen que sus rivales salgan derrotados o lo asuman tras el primer asalto. Ese estigma psicológico debe superarse, pues la división pesada aún tiene mucho que ofrecer. Quién lo iba a decir, pero Chisora es el ejemplo a seguir. Hay que intentarlo.

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